ÉL
Me esperas acurrucada en algún lugar que no conozco. Me esperas y mientras haces que los sueños cambien de color y se llenen de luz. Ahora no quiero ver la luz de otra manera. Quiero que el sol cuente conmigo a la hora de salir y de esconderse, que me pregunte, y según como sonrías, le invitaré a marcharse o le dejaré quedarse a nuestro lado.
¿Qué te parecería que nos convirtiéramos en ángeles? Sé que te gusta la idea, aunque es un poco atrevida. Sólo necesitas que alguien te de un pequeño empujoncito, que te anime a ser un ángel, de esos con las alas grandísimas y perfectas, casi barrocas. Yo quiero hacerlo, pero hacerlo sólo es muy aburrido, así que... tú decides de nuevo.
El destino está ahí para que aprendamos a manejarlo, ¿no crees? Y si juzgan, créeme, tus pensamientos hablan más fuerte que sus voces.
La tercera... quiza ni la viste pasar...
Agur.
¿Qué te parecería que nos convirtiéramos en ángeles? Sé que te gusta la idea, aunque es un poco atrevida. Sólo necesitas que alguien te de un pequeño empujoncito, que te anime a ser un ángel, de esos con las alas grandísimas y perfectas, casi barrocas. Yo quiero hacerlo, pero hacerlo sólo es muy aburrido, así que... tú decides de nuevo.
El destino está ahí para que aprendamos a manejarlo, ¿no crees? Y si juzgan, créeme, tus pensamientos hablan más fuerte que sus voces.
La tercera... quiza ni la viste pasar...
Agur.
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