LAS COSAS PASAN

Las cosas pasan alrededor de ti y no hay nada que hacer al respecto. Te adaptas a lo que te ocurre, a lo que pasa a tu alrededor, y de esa forma, organizas tu vida sobre la marcha. Y no te confundas, no estoy hablando de monotonía y/o aburrimiento, no me refiero a eso, esto no tiene nada que ver con hacer siempre lo mismo o echar un polvo en el salón o en el capó de un coche con un/a completo/a desconocido/a, aunque lo parezca. Hablo de que hay un millón de maneras distintas de joderlo todo y de volver a empezar, porque si sabes aprovechar toda la gente que hay a tu alrededor, puedes joder tu vida o joder en el salón o en el capó del coche con un/a completo/a desconocido/a todas las veces que quieras y rehacer las cosas como si nada hubiera pasado, como si nadie supiera que has jodido tu vida antes o que has jodido en el salón o en el capó del coche con un/a completo/a desconocido/a.
Lo peor es cuando no te das cuenta de que esa gente existe, eso es lo que me pasaba a mí antes. Por eso ahora me da igual joder mi vida o joder en el salón o en el capó de algún coche con alguna completa desconocida. Puedo aprovechar a la gente que hay en el mundo y volver a hacer que mi vida sea normal, como si nunca la hubiera jodido o nunca hubiera jodido en el salón o en el capó de un coche con una completa desconocida. Aunque no nos podemos olvidar de las personas que yo denomino “X”, esas son las únicas que te pueden estropear las cosas para siempre si abren el pico. Yo puedo ser una de ellas, de hecho, lo soy; tú, supongo que también; todos sabemos algo de alguien que no sabe casi nadie más, sólo los dos completos desconocidos que han jodido su vida o han jodido en el salón o en el capó de un coche.
Si he de ser sincero, he jodido mi vida muchas veces y de muchas maneras diferentes, también he jodido en algunos salones con quienes creía que eran conocidas y han resultado ser completas desconocidas, pero nunca he estado tan loco de llevarlas hasta el capó de un coche; y aunque han intentado llevarme a mí hasta el capó del coche y joderme allí mismo, yo no me he dejado, porque no sé si quiero joder tanto o tan mal, o tan bien, simplemente no me parece un buen lugar para joder, al menos este año.
En un futuro, creo que sé como quiero joder. Yo seré el chico de las serpientes, ya que nadie se acordará de mi nombre. Joderé junto a mis amigos: Perdón, Hoy, La Chica preciosa de los teclados, el Polaco, Gracias y Sergio Rastrillo; pero no los joderé a ellos ni ellos me joderán a mí, sólo joderemos todos juntos. Joderemos todos juntos porque no hay nada que duela más que desear no joder a alguien y que éste no se atreva a decirte que te ama, aunque tú lo sepas mejor que nadie. Da igual que sepas que eres tan famoso por joder como por cantar, da igual que sepas que escriben sobre ti y también sobre los que intentan amar como tú, aunque ni se acerquen a hacerlo como tú y yo lo hacemos, da exactamente igual.
Sólo en este momento, cuando tanto sube el nivel, el mar se derrama ahogándome… y sólo hay arena.
“Cuando hablas pareces saber tantas cosas que no dices que… me da lástima”. Me da lástima y me siento totalmente derrotado. Derrotado por no conseguir sacarte las palabras mágicas; aunque tienes toda la razón, si te las saco no tiene ninguna gracia, todo pierde su sentido, su magia y su encanto, igual que cuando me respondes justo con lo mismo que yo te acabo de decir, aunque me guste tanto, joder.
Agur.
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